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lunes, 31 de marzo de 2014

Hechos del 11,12 y 13 de abril (Gloria al bravo pueblo venezolano)

En los sucesos del 11,12 y 13 de abril de 2002 el bravo pueblo venezolano demostró su apego profundo a la democracia, la aceptación a la propuesta de construcción de un nuevo modelo de vida por el camino de la Revolución liderizada por el Comandante Chávez y el rechazó a las pretensiones de imponer en nuestro país una dictadura entreguista, arrodillada al imperio estadounidense y un sistema contrario a la Constitución y a las leyes de la República.

El golpe de Estado instrumentado esa fecha por factores de poder trasnacionales, particularmente del imperio estadounidense y de Europa, puso a prueba la fortaleza de la conciencia democrática del pueblo, que salió victorioso horas después en una acción coordinada por civiles y militares.

Aquellos días, la conducta colectiva del pueblo, que se arriesgó en todos los sentidos para restituir la democracia en el país, marco la historia y será impulso revolucionario a nuestra acción cada vez que se recuerde este acto verdaderamente heroico.

1. Los 49 decretos de Leyes Habilitantes y el decreto de Educación N# 1.101.

Dos tercios de la Asamblea Nacional del año 2000 fueron ganados por el polo patriótico, conformado por las fuerzas afectas al gobierno liderado por el Comandante Chávez. Esto permitió facultar al ejecutivo para legislar durante un año. Al vencerse el tiempo dado para dicha función, a finales de 2001 Chávez firmo y valido por decreto 49 Leyes Habilitantes y el decreto de Educación N# 1.101. 

1.1 Leyes de beneficio para el pueblo
Estas leyes buscaban el beneficio para las mayorías empobrecidas del país; como la ley de tierras que brindo la posibilidad de tierra para quienes realmente las trabajara, reivindicando la lucha zamorana. Muy criticada por la contrarrevolución, la ley se convirtió en un arma para la lucha contra el contraproducente y excluyente latifundio. 
Otra de las leyes criticadas fuertemente por la apátrida oposición, fue la ley de Hidrocarburos, que ponía freno a la privatización que venía gestándose desde los gobiernos de la cuarta republica; rompía con la meritocracia, donde un grupúsculo tomaba decisiones, además contrarias a la Republica y al poder del estado sobre este importante y estratégico recurso natural, corazón de la economía venezolana. 

1.2 Reacción de la burguesía por afección de sus intereses 
Tras estos hechos, el grupo empresarial Fedecámaras y la patronal CTV, apoyándose de su enorme poder en el país, realizaron una huelga general el 10 de diciembre de 2001, que no doblego a Chávez, sumándose a la misma los ejecutivos de la empresa estatal petrolera PDVSA deteniendo la producción nacional de crudo.
Dos meses después Chávez, liderando la batalla contra la burguesía meritocratica que dominaba a PDVSA, cambia la plana mayor, por gerentes defensores de los intereses de la patria. La contrarrevolución arreciaba sus campañas manipuladoras a través de sus medios diciendo que Chávez había violentado con los cambios, una larga tradición meritocrática. Las exportaciones, por las acciones de la contrarrevolución fascista, decayeron, creando un enorme déficit e inflación en el país. El batallador gobierno bolivariano, para satisfacer la demanda interna de su pueblo, tuvo que comenzar a importar gasolina para cubrir la cuota nacional. A pesar del esfuerzo, miles de venezolanos se vieron afectados teniendo que hacer largas filas de días para poder llenar el tanque de sus vehículos (buscar otros hechos)
Este acto, percibido por la gerencia media de PDVSA y los sindicatos opositores como una agresión contra su sistema meritocrático en la empresa más importante del país y los paquetes legislativos decretados por Chávez, junto a la persistencia de la crisis económica y social, indujo a un grupo de organizaciones sindicales como la Confederación de trabajadores de Venezuela (CTV), empresarios, la jerarquía de la iglesia católica, partidos políticos contrarrevolucionarios y las televisoras privadas de la burguesía, a que el 9 de abril Fedecámaras convocara otra huelga general, esta vez de carácter indefinido, para forzar la renuncia de Chávez y matar la esperanza de las mayorías, de una patria emancipada, libre y soberana.

2. Hechos del día 11 
El 11 de abril, las protestas se convirtieron en disturbios, y una marcha contra el Gobierno fue desviada de su recorrido hacia el palacio presidencial de Miraflores. Ante estos hechos, el Presidente Chávez ordenó a los militares activar el plan de contingencia para resguardo del orden publico denominado “Ávila”, y la televisora oficial Venezolana de Televisión empezó a realizar llamados a todos los simpatizantes del chavismo a que saliesen a defender la revolución. Para cuando la marcha opositora se acercó a Miraflores, se encontraron con una concentración de apoyo a la Revolución y varios efectivos militares. Ocurrieron entonces enfrentamientos armados entre la Policía Metropolitana bajo jurisdicción del ex alcalde contrarrevolucionario Alfredo Peña y una fracción del ejército patriota. La presencia de francotiradores ubicados estratégicamente desde posiciones bien preconcebidas por actores contrarrevolucionarios _donde no se descarta la participación de la CIA_, y la represión de la Policía Metropolitana dejaron 19 muertos y cientos de heridos. El plan golpista avanzaba triunfante.

Entre otros hechos hubo una cadena nacional de radio y televisión, en la cual Presidente llamó a la calma, por su parte los medios de comunicación decidieron dividir ilegalmente la pantalla, considerada por ellos como un acto de respuesta periodística a los hechos, en la segunda pantalla mostraron simultáneamente los hechos que ocurrían puente Llaguno, en Caracas. De inmediato, líderes de la contrarrevolución, empresarios y sectores políticos de la burguesía acusaron al gobierno bolivariano de haber planificado las acciones violentas. Poco después, diversos altos mandos militares se pronunciaron públicamente, anunciando desconocer la autoridad de Chávez. El plan golpista paso a paso iba concretándose. 

3. El Golpe 
En la madrugada del 12 de abril, Chávez fue detenido y trasladado inicialmente al Fuerte Tiuna, ubicado en el sur de Caracas. Ese mismo día, Pedro Carmona, el presidente de Fedecámaras, uno de los principales actores para interrumpir el proceso democrático popular bolivariano, se autojuramentó como “presidente interino”, al margen de lo establecido en la Constitución:
Artículo 228. La elección del Presidente o Presidenta de la República se hará por votación universal, directa y secreta, en conformidad con la ley. Se proclamará electo o electa el candidato o candidata que hubiere obtenido la mayoría de votos válidos.
El acto de proclamación del breve gobierno dictatorial, mostró la esencia fascista, autoritaria, antidemocrática y antipopular, por decreto disolvió, removió y elimino: 
La Asamblea Nacional
El Tribunal Supremo de Justicia
El Consejo Nacional Electoral
A todos los gobernadores, alcaldes y concejales
Removió al Fiscal General, al contralor y al Defensor del Pueblo
Removió a todos los embajadores, cónsules y vicecónsules como también de las Misiones Permanentes Diplomática
Elimino las 49 leyes habilitantes
Cambio la Constitución, estableciendo la de 1961 
Repuso el nombre de República de Venezuela, quitándole la condición de Bolivariana.

3.1 Asedio a la embajada de Cuba (Buscar información)
El 12 de abril, algunas personas se apersonaron en la Embajada cubana en Caracas, en el municipio Baruta en jurisdicción del alcalde contrarrevolucionario Henrique Capriles Radonski, con la intención de evitar la posible fuga de personeros del gobierno de Hugo Chávez. La masa de manifestantes provocó destrozos en dos vehículos y evitaron el ingreso o salida de los funcionarios de la Embajada, exigiendo la salida de los políticos venezolanos supuestamente asilados en el sitio. Los manifestantes, algunos llevados por el odio inyectado por los medios privados, cortaron los servicios de agua y electricidad. Al lugar se apersono Radonsky quien no dio solución al problema y permitió que continuara el asedio fascista.

4. Día 13: Acción del bravo pueblo en defensa de su Comandante 
El breve gobierno dictatorial, devenido del golpe de estado, subestimo al bravo pueblo bolivariano que salió a las calles a reclamar a su Comandante elegido democráticamente, rompiendo también con la dictadura mediática, pues las cadenas privadas televisivas mientras todo ocurría transmitían comiquitas, películas y programas de entretenimiento. 
Durante las protestas, el canal del estado Venezolana de Televisión, y las compañías de televisión privadas fueron rodeadas por simpatizantes chavistas. Cuando fue retomado el canal del Estado, se transmitió al entonces Vicepresidente Diosdado Cabello, juramentado como Presidente temporal hasta que Hugo Chávez pudiese retomar el poder.
En la madrugada del 13 de abril, Chávez fue trasladado del Fuerte Tiuna a la base naval de Turiamo, donde escribió una nota que textualmente decía: "no he renunciado al poder legítimo que el pueblo me dio". Mientras tanto, cientos de miles de simpatizantes de Chávez habían salido a protestar frente al Palacio de Miraflores y en la Brigada de Paracaidistas de Maracay. 

El 14 de abril de 2002 Chávez fue liberado de la prisión militar en la Isla La Orchila y fue repuesto como presidente constitucional

5. Significado histórico del 13 de abril 
La victoria popular del 13 de abril de 2002 en contra del golpe fascista, empresarial y mediático que desalojó por breve tiempo del poder al Presidente Hugo Chávez, marca un antes y un después en el desarrollo del proyecto revolucionario bolivariano en Venezuela. Es indudable que este suceso establece una gran diferencia respecto a los demás pueblos del mundo, los cuales, ante un golpe de Estado esta naturaleza, se mantenían al margen, cosa que no ocurrió aquí. En este sentido, hay que reconocer el alto nivel de conciencia revolucionaria alcanzado por las masas, puesto de manifiesto en la movilización espontánea hacia el palacio de Miraflores y bases militares, exigiendo la restitución de Chávez como Presidente constitucional de los venezolanos.
Este hito también marca distancia en relación a la actitud cobarde, traidora y acomodaticia asumida por dirigentes políticos y algunos gobernantes locales y regionales, aun aquellos que el Presidente alababa públicamente como grandes revolucionarios. 

Esto último es algo positivo. Tales hechos sirvieron para que muchos de los colaboradores y seguidores de Chávez se quitaran las caretas, algunos pasándose al bando opositor, a pesar de ser testigos del inmenso apoyo popular al proceso bolivariano, avalando así las múltiples violaciones de los derechos democráticos, constitucionales y humanos de los venezolanos que tuvieron lugar en aquellas fechas de incertidumbre, pero de redoblado valor y amor patriótico ante las pretensiones de una minoría antisocial y oligárquica de sumir al país en un baño de sangre y persecuciones como nunca se había visto, ni siquiera en la época dura de los años sesenta y setenta de la guerra de guerrillas.

El error de los reaccionarios, entonces y ahora, es suponer que el pueblo de Venezuela sigue siendo el mismo de antes y que sólo es trascendental lo que ellos opinan y desean, algo que los emparenta con los nazis cuando mataban a diez personas por cada baja sufrida.
Por supuesto, esto no significa en modo alguno que no haya que librarse otras batallas en el futuro, frente a un gobierno estadounidense agresivo y una contrarrevolución disociada e intransigente que tratan de repetir aquella experiencia fascista de hace cinco años.
Los revolucionarios estamos obligados a prevenir nuevos acontecimientos similares. En este sentido, se debe asegurar la conquista del triunfo en las venideras elecciones de la Asamblea Nacional para profundizar y radicalizar el proceso revolucionario con la conformación del estado comunal a través de leyes que fortalezcan el poder popular.

Es imprescindible reforzar el papel protagónico y participativo que ha estado asumiendo el pueblo, de manera que el poder y la toma de decisiones le sean transferidas, ampliando aún más el precepto constitucional de la soberanía y, por supuesto, definiendo y estableciendo lo que será el Socialismo Bolivariano.

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