Debido a que vivo en Mérida, fue fácil para mi de participar en este evento del CNSL. Partí de que aquí se debatirían los fundamentos de los sistemas técnicos y los métodos de su aplicación. Lo que vi fue una cultura de supermercado organizada. Todos los aportes se redujeron a la aplicación de software gratuito, sin nombrar las estructuras y métodos inherentes, y mucho menos entenderlas.
Se organiza la actitud consumista. La discusión es un asunto secundario que se deja para el final, si acaso quedan algunos minutos disponibles. Todo lo que se comentó y presentó allí, lo podemos leer mucho mejor en los documentos, para eso no hace falta escuchar monólogos agotadores que duran horas. Y hasta lo entendemos mejor si nos dedicamos a estudiar los documentos fundamentales.
El Software Libre es una parte de las tecnologías libres, definido por ser Open Source (fuente abierta), y no por ser gratuito. Eso se sobrentiende. Se trata del libre acceso a los métodos, las leyes internas y su aplicación. Eso nos permite aprender. Y a través de nuestra participación en esos procesos, le devolvemos nuestra parte a la comunidad en el mundo. Aunque sea a través de pruebas intensas, que ayudan a mejorar la calidad.
En el fondo todos saben eso. Si este congreso tenía una justificación, entonces solo si a través de él desarrollamos nuestra participación en el software abierto, en específico, o en general en las tecnologías abiertas. Como simple espectáculo de consumo, no es necesario.
Esa tontería se demostró de forma aguda en el ejemplo de Blender, un software propietario para animación gráfica. No solo que los ejemplos para el rendering fueron pésimos, sino que el expositor no tenía ni idea de la programación gráfica y sus modelaciones matemáticas. Cuando se puso a buscar en el menú de opciones, me di cuenta que no conocía la función y operatividad de los elementos, y en qué métodos se basan.
El 27 al 28 de julio 2012 estuve en Caracas en el CNSL. Esperaba encontrar otra cosa allí: Vitalidad, compromiso, apertura, curiosidad, ganas de investigación. ¡Qué decepción! No se sentía nada del nuevo amanecer latinoamericano hacia un futuro mejor, la independencia en todos los espacios de la vida, y más que todo los espacios técnicos y científicos.
En cambio se vivió un ambiente de sumisión y adaptación voluntaria. El gran comienzo debía ser la exposición de Richard Stallmann. Un personaje ridículo que vive en el pasado y ya no aporta nada a los cuestionamientos actuales. Fue el colmo del infantilismo cuando se puso aurora y toga para disfrazarse de profeta de la sabiduría divina (Emacs). No se buscó una discusión abierta, tampoco reaccionaba a intervenciones. Es lo mismo con todas las personas que ya sólo se ven a si mismo y tienen una relación enfermiza con su propia puesta en escena.
Después de eso, no fue posible una discusión abierta. Cada participante tenía que anotar sus preguntas en un papelito. Yo escribí en inglés. Se ocupó de mi papel al final. Mi inquietud fue el desarrollo de hardware en Venezuela, como parte de la tecnología libre, no sólo de software. Richard Stallmann expresó entonces toda su incomprensión cuando respondió que no era posible superar la brecha de subdesarrollo de 20 años en Venezuela. Así se convirtió, a sabiendas o inconscientemente, en el profeta neoliberal de los grupos financieros de EEUU, que quieren mantener a los países que no son del G8, como patio trasero del capitalismo, y suministradores esclavizados de recursos naturales, y hacen todo para frenar su propio desarrollo.
Hubo una discusión breve e intensa en la que muchos tomaron partido. ¡Eso sí que me alegró! Así pude darme cuenta que no todos aceptaron la sumisión esclavizante voluntario por parte de los organizadores.
Pero eso no es todo. Un exponente habló del sistema internacional de patentes y licencias. Es uno de los temas centrales para mi, porque creo que todo conocimiento siempre es patrimonio de la humanidad, y por lo tanto el derecho de patentes y licencias siempre está basado en el robo. No fue posible interrumpir las quejas y lloraderas sobre las terribles actividades de las naciones industrializadas y sus sistemas jurídicos nacionales e internacionales. No fue capaz de permitir espontáneamente una breve discusión. Seguro que eso lo hubiera desconcertado por completo.
No pude comprender su aceptación implícita del robo de la comunidad planetaria, siendo en Venezuela. Hasta en Alemania un tipo así no hubiera hablado más de cinco minutos antes de ser callado por el escándalo de la audiencia. Pero aquí este orador hasta es anunciado como experto. Será que los organizadores del CNSL han perdido la razón? No sabe esta gente como se discute el derecho criminal de patentes y licencias fuera de Venezuela? Será que son todos esclavos de la dominación estadounidense?
Immanuel Kant dio en su trabajo “¿Qué es la ilustración?” la siguiente breve respuesta: “Superar la falta de soberanía adquirida por culpa propia.” Tengo que añadir algo a eso? Los organizadores del CNSL deberían pensar un minuto sobre eso para darse cuenta de la clase de estupidez que están organizando.
Hacia el final de la jornada me di cuenta que no había intención de permitir una discusión. Los invitados solo eramos estadistas, objetos dóciles para la puesta en escena de los organizadores, para destruir la voluntad para el autodesarrollo. Mi intento de iniciar una discusión sobre el futuro de Venezuela, enfocada en las infraestructuras técnicas, fue cortado en seco y aplazado para el día siguiente.
Así que vine la mañana siguiente. Con interés esperaba la apertura. Nada pasó, puras frases vacías. En el foyer les dije a los organizadores lo que pienso de semejante circo. No han comprendido el principio de que congresos así deben hacerse para los que participan, que el transcurso del congreso debe ser sometido a sus intereses, que la planificación del evento debe flexibilizarse cuando los visitantes así lo pidan. No fui el único que lo vio así. muchos ya no vinieron el segundo día porque se cansaron del blablabla.
Hubiera sido una oportunidad estupenda de hablar libre y abiertamente sobre las limitaciones y bloqueos del autodesarrollo tecnológico en Venezuela. Pero esta actitud elitista de los organizadores, la burocratización de los congresos basada en su miedo, su bloqueo activo de los debates abiertos para impedir desenlaces imprevistos, todo eso destruye las estupendas posibilidades.
Amigos dentro del círculo de los organizadores me confirmaron la urgencia de cambiar eso. Para expresar la fuerza del movimiento revolucionario también en este área. Es nuestra tarea ayudar a abrir los espacios donde el gran potencial de la gente de Venezuela y América Latina pueda desplegarse. Todavía está siendo bloqueado.
Es un hecho que habla por sí que en el 13º Foro Internacional del Software Libre (FISL) en Puerto Alegre/ Brazil del 25 al 28 de julio 2012, no había una delegación de Venezuela. No hay consciencia de cooperación fuerza colectiva, y todo está siendo sometido a una puesta en escena egoísta.
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