Una vez más, nos jugamos la suerte de la revolución en las urnas electorales. El 8 de diciembre se definirá la orientación política - ideológica de la nueva gestión de gobierno de las 337 alcaldías de Venezuela, incluyendo las alcaldías metropolitanas de: Caracas y el Alto Apure. Además de elegirse 2.435 concejales, más 20 metropolitanos.
En un total de 2792 cargos a elegir el 8 de diciembre, ya, según cifras del CNE se han postulado 40.423 candidatos. Esto indica que se abrió el chorro de aspiraciones a representación popular desde los gobiernos municipales. En el entendido, que en Venezuela hay 2 factores políticos bien definidos: La oposición y La Revolución, los que lleven más aspirantes al mismo cargo, tendrán menos ventaja de unificar los votos en una sola candidatura.
Por lo arriba señalado, es necesario abrir el debate y la discusión colectiva sobre la forma como se han escogido los candidatos y candidatas por la Alianza Revolucionaria y fundamentalmente por el PSUV para las elecciones municipales. Esto explicaría, la avalancha de candidaturas que se han desbordado en gran parte de los municipios, así como algunas conductas que estimulan la abstención.
En los ESTATUTOS del libro rojo del PSUV, en su artículo 5, referente a los métodos de la democracia interna, expresa lo siguiente. “Para la toma de decisiones y elecciones internas el Partido podrá utilizar diversos métodos: elección directa, universal y secreta; Cooptación, elecciones de primero, segundo y tercer grado; opinión y consenso, los cuales se determinarán por las diversas instancias de dirección de acuerdo a las condiciones políticas”.
Si bien es cierto, que en algunos municipios el método de la cooptación logró resolver en gran medida el asunto de la UNIDAD, no es menos cierto que en muchísimos municipios este método ha dejado una estela de inconformidades, pues se considera que los COOPTADOS fue una mala decisión. De tal forma, que lo más sano (y sabio) es dejar para procesos futuros que sea la militancia quien decida quienes deben ser sus abanderados a los distintos cargos de elección.
Si somos consecuentes con el Legado del Comandante Supremo Hugo Chávez, entonces debemos recordar cuando él decía “me la juego con las bases”. Ese mismo Chávez que estimulaba la democracia participativa y protagónica, ese que permitió que la base seleccionara los candidatos y candidatas a las gobernaciones en internas en el 2008 y para los Diputados y Diputadas en el 2010. Si algo reclama y demanda la militancia que hace vida en las UBCH y los 1x10 es que le den protagonismo en la toma de decisiones. No es mucho pedir, es abrir la compuerta otra vez a la Democracia interna. El método de la cooptación es válido y tiene su importancia en momentos cuando las circunstancias apremian y no hay mucho espacio para la discusión (ese es otro asunto y otra realidad).
Si queremos ganar todos los procesos electorales venideros, si queremos eliminar la abstención de nuestras filas, si queremos evitar las divisiones internas. Dejemos que las bases participen con el método de la elección directa como primera alternativa en resolver los asuntos de toma de decisiones y elecciones internas.
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