El Complejo farmacéutico Socialista, que fue puesto en marcha el pasado 20 de julio y pertenecía anteriormente a la Universidad de los Andes (ULA), fue adquirido por el Gobierno venezolano en el año 2010 y desde entonces se inició un proceso de recuperación, adecuación y modernización de su infraestructura, de acuerdo a estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La directora del complejo, Javiela Arias, informó este martes que con la maquinaria actual, la planta tiene una producción estimada en 25000 tabletas por hora y que con la nueva tecnología que se incorporará en enero próximo, a través del convenio China – Venezuela, la producción llegará a las 120.000 tabletas por hora.
"Nuestra premisa es hacer medicamentos de bajo costo para el pueblo, cumpliendo con las más estrictas normas de calidad y buenas prácticas de manufactura", refirió Arias.
Destacó que las actividades de recuperación de la antigua empresa de medicamentos de la ULA se está ejecutando a través de acuerdos con China, para la adquisición de maquinaria y tecnología; Cuba y Colombia, referentes a la asesoría técnica.
"Antes yo trabajaba para una empresa privada. Veo con admiración nuestro trabajo por el bienestar de las comunidades, eso nos identifica mucho con el proceso revolucionario. Acá no estamos enfocados sólo en beneficios económicos, sino en beneficio para el pueblo", expresó Mayre Ramírez, farmacéutica y trabajadora de la planta desde hace año y medio.
La empresa Proula había cesado sus operaciones alrededor del año 2009 y contaba con 67 trabajadores cuyos beneficios y pasivos laborales, estimados en Bs 1.200.000, fueron asumidos por el Gobierno Nacional.
A la presente fecha está prevista la incorporación de 50 trabajadores provenientes de la Misión Saber y Trabajo, que ya cursaron una formación básica y recibirán su entrenamiento técnico en el complejo Farmacéutico Socialista.
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