Una cuestión muy discutida es la
de las posibles simpatías de Disney por los regímenes fascistas europeos en los
años previos a la
Segunda Guerra Mundial. Según algunas referencias, fue
recibido en Roma por Mussolini en una o dos ocasiones durante la década de
1930. También se ha argüido como prueba de su simpatía por el nazismo su
asistencia, en compañía del abogado de la empresa, Gunther Lessing, a mítines
del German American Bund, organización pro-nazi estadounidense. Sin embargo, el
principal testigo que documenta la presencia de Disney en estos mítines no es en
absoluto imparcial: se trata de Art Babbitt, despedido por Disney en 1941 poco
antes de la famosa huelga de los trabajadores de los estudios. También se sabe
que Disney fue uno de los pocos empresarios cinematográficos que recibieron
abiertamente a la cineasta alemana Leni Riefenstahl, en su visita a Hollywood
en 1938, cuando la mayor parte de la industria le cerró sus puertas.
En cualquier caso, si Disney tuvo
simpatías por los regímenes fascistas, las desechó en cuanto su país entró en
guerra contra el Eje. Durante el conflicto bélico, colaboró con el gobierno
realizando varios filmes de propaganda, entre los cuales destaca el
cortometraje Der Fuehrer's Face, en el cual aparecen caricaturizados
Hitler, Mussolini e Hirohito y que termina con una auténtica oda a las virtudes
de la democracia.
Disney ha sido tildado a veces de
antisemita, argumentando que los judíos aparecen como personajes estereotipados
y malévolos en algunos cortometrajes de la década de 1930 particularmente en Los
tres cerditos (1933). No obstante, esta imagen del judío era relativamente
común en la época, tanto en Europa como en Estados Unidos.
Sí está fuera de toda duda que
Disney fue un ferviente anticomunista, en gran medida a causa de la huelga de
1941, que él atribuyó a maniobras del Partido Comunista de los Estados Unidos
para ganar poder en la industria del cine. Según su declaración ante el Comité
de Actividades Antiamericanas, creía firmemente que el comunismo era una seria
amenaza contra el modo de vida estadounidense.
No se ha podido probar que
militara en ningún partido político. Durante los años 50, Disney apoyó
económicamente al Partido Republicano. En su juventud, Disney formó parte de
una organización de tipo masónico, llamada Orden DeMolay. Según su propio
testimonio, la pertenencia a esta organización tuvo un papel muy importante en
su formación.
Las convicciones religiosas de
Disney son también poco conocidas. Fue bautizado como miembro de la iglesia
congregacionalista (de hecho, se le puso el nombre de Walter en honor a un
pastor de dicha iglesia, Walter Parr ), pero no parece haber sido un hombre
religioso, aunque sí respetaba profundamente la religión como garante de los
valores establecidos. Para un libro sobre la oración de Roland Gammon editado
en 1963, Faith is a Star, Disney escribió un texto acerca de la
importancia de los valores religiosos en la sociedad y en su propia vida, que
es uno de los pocos documentos conocidos acerca de sus ideas religiosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario